Qué diferente se siente una cuando está a punto de soltar un miedo y cuando para recordarlo tiene que mirar atrás.
Hace unos días estuve dedicando tiempo a detallar ciertos aspectos de mi vida profesional. Fue interesante como Licenciada en Publicidad y RRPP. retomar algunos conceptos de marketing que sé que son eficaces en la sociedad actual pero con los que llevo tiempo sin conectar.
En este viaje comprendí que aquel dinamismo soñador que me acompañó durante mis años universitarios sigue siendo parte de mí a pesar de que llevaba tiempo sin sintonizar con esas ganas de éxito y confianza en mí misma. Pude comprender como nada tenía que ver con la carrera universitaria en si sino con los arquetipos que guían y comandan alma.
Para qué un plan de marketing cuando el propósito de mi alma se manifiesta en mi vida profesional. Por qué debo buscar las necesidades cuando lo necesario es lo opuesto al fluir del universo. Sin embargo, me resultó apasionante preguntar a mujeres de diferentes edades, inquietudes y países cuál era su mayor obstáculo como mujer. Hoy que comprendo que cada experiencia se manifiesta en mi vida por un motivo; aquello que comenzó siendo una falta de confianza ha concluido en el querer de mi alma por compartir la información que hoy vibra en el nivel de conciencia de la feminidad.
Es todo un digno espectáculo como accionamos las mujeres: cada una a su ritmo, con su particular fuerza y belleza, sin máscaras respondemos a una pregunta que a veces agita nuestro andar en la vida. En las Worldwide Womb Blessing(Bendición Mundial de Útero) se trabaja con los arquetipos que a nivel de la conciencia han de ser transformados. Por tanto es solidario entender que aquello que inquiete a nuestra comunidad vibrará con nosotras por el sólo hecho de ser mujeres.
Las conclusiones de mi pequeña y entretenidísima pregunta fueron las siguientes:
- Las mujeres sentimos que para ser “buenas” tenemos que priorizar a los otros por miedo a no ser aceptadas por los demás o por nosotras mismas.
- Tenemos que cuestionarnos antes de actuar qué es lo que se supone que es correcto con nuestro proceder como mujeres. Teniendo muchas veces que escoger entre un estereotipo u otro luchando por encajar en vez de crear y completar nuestro propio y exclusivo lugar en el mundo.
- Parece que si queremos triunfar en un patriarcado tenemos que ser un poco hombres o más nos vale renunciar a lo que se entiende erróneamente por ser mujer.
- Si ya hemos conquistado el intelecto o la emoción parece que el físico es el que nos juega malas pasadas, incluso nuestros pechos pueden ser muchas veces un gran obstáculo en la vida diaria.
- Si mostramos nuestra inherente fortaleza como mujeres no somos bien vistas y criticadas.
Mi lectura es que las mujeres que se guían por el lenguaje de su intuición y saben que su tan particular expresión es su manera de vivir ningún obstáculo se presenta en su camino. Aquellas que no desean encajar sino expresar su propia y auténtica naturaleza guiándose por el particular lenguaje femenino sin juicios, sin tratar de controlar sólo de expresarse ven que cada obstáculo no es sino un paso hacia el autoconocimiento de ellas mismas.
Pensando en mis propios obstáculos los que siempre me llaman más la atención son aquellos que se revelan después de un trabajo energético fuerte. Lo más importante cuando nos topamos con estas manifestaciones que se nos presentan en el momento en el que sabemos cómo transformarlas, es liberarlas sin juicios y con amor. Nuestros corazones tienen el asombroso poder de sanarnos cuando nos permitimos sentir el dolor, perdonarlo y dejarlo ir.
Cuando como mujeres reconocemos y liberamos nuestro dolor reconectamos con nuestro sentir y nuestra intuición con su particular lenguaje. Nuestros pensamientos y nuestro intelecto pueden entonces servir a nuestros corazones y elevarnos en nuestro día a día en vez de bloquearnos como suele suceder erróneamente. En la sociedad de la competitividad y el poder todo aquello que no pueda medirse o controlarse no es válido. Por ello, nuestros cuerpos femeninos cíclicos y reflejo de los ritmos naturales se consideran especialmente emotivos y necesarios de control. Nuestra sociedad funciona de manera que nos mantiene desconectadas de nuestra sabiduría y poder femenino. Hasta que nosotras mismas conectamos con nuestra verdadera y auténtica naturaleza divina femenina. Con nuestra verdadera, única y majestuosa pintura como explica Miranda Gray en su metáfora de la Bendición de Útero como limpieza de nuestra verdadera feminidad:
MIRANDA GRAY (2016) El despertar de la energía femenina. Madrid: Gaia Ediciones. p.p.11/12:
“La Bendición del Útero elimina las capas y restricciones depositadas sobre nuestra feminidad. Con cada Bendición disminuyen las capas de polvo y comenzamos a admirar los colores originales. Finalmente, todo el cuadro está limpio y podemos contemplar la belleza original de esa obra maestra y se revelan en toda su gloria la vitalidad y fluidez de los trazos y los colores, los detalles y las sutilezas, así como los contrastes y las emociones que transmite. Sentimos que hemos vuelto a casa, a la belleza y vitalidad de nuestra identidad verdadera. Nos sentimos completas y centradas, libres y empoderadas, dignas, creativas, sexuales y espirituales. Y somos libres para serlo todo: cada color y cada forma de nuestra feminidad original.”
Cada una de nosotras somos un reflejo de la totalidad de la feminidad y cada una nos elevamos en cada obstáculo que dejamos atrás hasta el punto que danzamos libres porque entendemos, valoramos y honramos nuestro empoderamiento femenino:
¡SOMOS LIBRES PARA SERLO TODO!
Teresa Oyarzábal Gómez- Reino
cariciadediosa